El tráfico no deja lugar a dudas. En noviembre, por primera
vez, los móviles con sistema operativo Android (Google) superaban a los móviles
con iOS (Apple) en navegación por
Internet.
Steve
Jobs quiso acabar con Android. Así lo explica en la biografía de Walter
Isaacson: "Voy a gastar mi último suspiro si es necesario y voy a gastar
cada centavo de los 40.000 millones de dólares que Apple tiene en el banco para
corregir este mal. Voy a destruir a Android porque es un producto robado. Estoy
dispuesto a hacer estallar la guerra termonuclear por esto".
Jobs perdió esta guerra. Pero hay otras: la de la publicidad, la
entrada de fabricantes chinos, la llegada del sistema operativo de Microsoft
que busca superar con los años a Apple...
En este año, Google compró Motorola, precisamente los
inventores de este aparato. Y su sistema operativo Android es a los móviles lo
que era Windows para los ordenadores. Se puede escoger memoria, pantalla,
teclado, cámara, pero la mayoría serán Android. El crecimiento es imparable.
Solo en los días de Nochebuena y Navidad, se activaron, entre teléfonos y
tabletas, más de 3,7 millones de 'androides', frente a 3,1 millones de aparatos
con Apple.
Aún así existen matices. En los móviles con Android
se cuenta con cinco escritorios para personalizar a placer. Se pueden incluir widgets, ventanas activas en las que de un
vistazo se tiene acceso a la información que interesa, ya sea el correo,
Facebook, Twitter o la información del tiempo. En iOS, el sistema de Apple, es
necesario salir de una aplicación y pasar a otra para consultar un dato. A
cambio ofrece una experiencia más fluida y una tienda de canciones y programas
más completa. Tanto la AppStore de Apple como el Android Market
gozan de un éxito notable.
Apple llega a desesperar a los desarrolladores con sus
exigencias, pero ha conseguido que pagar por un programa sea habitual. El
micropago como fórmula de remuneración se ha establecido gracias a su sistema.
Un modelo que comienza a extenderse para descargar contenido. La tienda de
Android es mucho más 'indie' y, si se tiene paciencia, se puede encontrar una
opción gratuita para casi cualquier necesidad.
Blackberry es
el más veterano del lugar, con un público fiel. Está compuesto por una peculiar
mezcla entre adolescentes que estrenan terminal multimedia, con escaso interés
en usar el aparato para hablar, y ejecutivos que lo han convertido en una
extensión de su trabajo. Aunque repite su fórmula de éxito una y otra vez, RIM,
el fabricante canadiense, comienza a coquetear con los terminales cien por cien
táctiles o las combina con su tradicional teclado. La desconexión de sus
servidores durante casi una semana en el mes de octubre ha hecho una profunda
mella en la confianza de ambos públicos.
Microsoft, tras varios intentos fallidos, vuelve a
la carga. Esta vez con un sistema operativo pensado desde cero para un chisme
que va a ir en el bolsillo. Suena lógico, pero no lo era tanto. El gigante de
Redmond se empeñaba una y otra vez en reproducir una versión del Windows para
ordenadores. Windows Phone 7 es sencillo de usar, integra los contactos con
redes sociales y se aprende rápidamente. La alianza con Nokia está dando sus primeros frutos. El año
2012 decidirá si es un competidor a tener en cuenta. Y si recupera el liderazgo
mundial que, hasta hace un par de años, siempre tuvo Nokia y que ahora ha
perdido en el mundo de los smartphones.
Bandos y guerrillas al margen la lucha por la innovación no hace
más que traer beneficios al consumidor. Este 'más díficil todavía' promueve una
renovación constante de modelos y de competidores.
Es previsible que Apple, en 2012, saque el esperado iPhone 5. La
decepcionante presentación del iPhone 4S, empañada por la muerte de Steve Jobs,
les obliga a innovar, a seguir marcando la vanguardia. Siri, el sistema de
interacción mediante voz, que por ahora no funciona en español, no parece ser
suficiente.
Fabricantes chinos como ZTE van a irrumpir con fuerza en India y
hasta en Europa gracias a sus bajos precios. Antes de correr, nadie va a tener
la medalla de oro garantizada.
En 2011 hemos asistido a un entierro. El cadáver fue WebOS. El
sistema operativo llamado a suceder a Palm se ha quedado en el limbo. Hewlett
Packard se hizo con esta empresa con la intención de impulsar su división de
dispositivos portátiles. Todo quedó en un intento de ecosistema. ¿Habrán tomado
buena nota Microsoft y Nokia?
La explosión de estos aparatos, que año tras año se superan en
ventas y características, han propiciado un nuevo mercado, el de las
aplicaciones.
A cambio, los efectos colaterales lo sufren las operadoras. La
popularización de las aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Viber y Skype
están haciendo mella en su cuenta de ingresos tanto por llamadas como por envío
de mensajes SMS.
Fuente: EL PAIS
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