jueves, 5 de enero de 2012

Hay vida más allá de iPhone


El tráfico no deja lugar a dudas. En noviembre, por primera vez, los móviles con sistema operativo Android (Google) superaban a los móviles con iOS (Apple) en navegación por Internet.
Steve Jobs quiso acabar con Android. Así lo explica en la biografía de Walter Isaacson: "Voy a gastar mi último suspiro si es necesario y voy a gastar cada centavo de los 40.000 millones de dólares que Apple tiene en el banco para corregir este mal. Voy a destruir a Android porque es un producto robado. Estoy dispuesto a hacer estallar la guerra termonuclear por esto".
Jobs perdió esta guerra. Pero hay otras: la de la publicidad, la entrada de fabricantes chinos, la llegada del sistema operativo de Microsoft que busca superar con los años a Apple...
En este año, Google compró Motorola, precisamente los inventores de este aparato. Y su sistema operativo Android es a los móviles lo que era Windows para los ordenadores. Se puede escoger memoria, pantalla, teclado, cámara, pero la mayoría serán Android. El crecimiento es imparable. Solo en los días de Nochebuena y Navidad, se activaron, entre teléfonos y tabletas, más de 3,7 millones de 'androides', frente a 3,1 millones de aparatos con Apple.
Aún así existen matices. En los móviles con Android se cuenta con cinco escritorios para personalizar a placer. Se pueden incluir widgets, ventanas activas en las que de un vistazo se tiene acceso a la información que interesa, ya sea el correo, Facebook, Twitter o la información del tiempo. En iOS, el sistema de Apple, es necesario salir de una aplicación y pasar a otra para consultar un dato. A cambio ofrece una experiencia más fluida y una tienda de canciones y programas más completa. Tanto la AppStore de Apple como el Android Market gozan de un éxito notable.
Apple llega a desesperar a los desarrolladores con sus exigencias, pero ha conseguido que pagar por un programa sea habitual. El micropago como fórmula de remuneración se ha establecido gracias a su sistema. Un modelo que comienza a extenderse para descargar contenido. La tienda de Android es mucho más 'indie' y, si se tiene paciencia, se puede encontrar una opción gratuita para casi cualquier necesidad.
Blackberry es el más veterano del lugar, con un público fiel. Está compuesto por una peculiar mezcla entre adolescentes que estrenan terminal multimedia, con escaso interés en usar el aparato para hablar, y ejecutivos que lo han convertido en una extensión de su trabajo. Aunque repite su fórmula de éxito una y otra vez, RIM, el fabricante canadiense, comienza a coquetear con los terminales cien por cien táctiles o las combina con su tradicional teclado. La desconexión de sus servidores durante casi una semana en el mes de octubre ha hecho una profunda mella en la confianza de ambos públicos.
Microsoft, tras varios intentos fallidos, vuelve a la carga. Esta vez con un sistema operativo pensado desde cero para un chisme que va a ir en el bolsillo. Suena lógico, pero no lo era tanto. El gigante de Redmond se empeñaba una y otra vez en reproducir una versión del Windows para ordenadores. Windows Phone 7 es sencillo de usar, integra los contactos con redes sociales y se aprende rápidamente. La alianza con Nokia está dando sus primeros frutos. El año 2012 decidirá si es un competidor a tener en cuenta. Y si recupera el liderazgo mundial que, hasta hace un par de años, siempre tuvo Nokia y que ahora ha perdido en el mundo de los smartphones.
Bandos y guerrillas al margen la lucha por la innovación no hace más que traer beneficios al consumidor. Este 'más díficil todavía' promueve una renovación constante de modelos y de competidores.
Es previsible que Apple, en 2012, saque el esperado iPhone 5. La decepcionante presentación del iPhone 4S, empañada por la muerte de Steve Jobs, les obliga a innovar, a seguir marcando la vanguardia. Siri, el sistema de interacción mediante voz, que por ahora no funciona en español, no parece ser suficiente.
Fabricantes chinos como ZTE van a irrumpir con fuerza en India y hasta en Europa gracias a sus bajos precios. Antes de correr, nadie va a tener la medalla de oro garantizada.
En 2011 hemos asistido a un entierro. El cadáver fue WebOS. El sistema operativo llamado a suceder a Palm se ha quedado en el limbo. Hewlett Packard se hizo con esta empresa con la intención de impulsar su división de dispositivos portátiles. Todo quedó en un intento de ecosistema. ¿Habrán tomado buena nota Microsoft y Nokia?
La explosión de estos aparatos, que año tras año se superan en ventas y características, han propiciado un nuevo mercado, el de las aplicaciones.
A cambio, los efectos colaterales lo sufren las operadoras. La popularización de las aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Viber y Skype están haciendo mella en su cuenta de ingresos tanto por llamadas como por envío de mensajes SMS.
Fuente: EL PAIS

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