Seis toallas de hotel de seis ciudades del mundo, colgadas una junto a otra. Todas ellas son blancas, pero después de ser usadas para secar la cara, algunas están más sucias que otras. La explicación está en un cartel colocado encima de cada una, con los datos de la contaminación del aire de cada lugar: Pekín, 11,3 millones de habitantes y 377 mg/m3 de partículas en suspensión; Tokio, 27 millones de habitantes y 49 mg/m3. Este es uno de los montajes del proyecto 'Econciencia', en el que diferentes diseñadores han creado una serie de propuestas artísticas para reclamar un consumo más responsable e incidir en la importancia ambiental de pequeños gestos cotidianos.
La iniciativa, auspiciada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en el marco de la feria internacional de la vanguardia del hábitat, que se celebra en Madrid del 14 al 17 de febrero, busca además concienciar sobre la estrecha relación de dos conceptos: diseño y ecología.
La iniciativa, auspiciada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en el marco de la feria internacional de la vanguardia del hábitat, que se celebra en Madrid del 14 al 17 de febrero, busca además concienciar sobre la estrecha relación de dos conceptos: diseño y ecología.
"Es necesario un cambio de cultura y las personas clave en ese cambio son los diseñadores, porque están en la primera fila, en el momento de la concepción de cada producto", recalca el experto en ecodiseño Joan Rieradevall, "si ese producto no tiene presente cuestiones como la eficiencia, entonces sólo tendremos un artefacto obsoleto".
El ecodiseño busca la optimización de cada producto ya antes de su fabricación, tanto en lo que se refiere a su consumo de energía o agua, como a los impactos que pueda producir a lo largo de todo su ciclo de vida. "El móvil es un ejemplo de ecodiseño; si alguien tenía un móvil en los años ochenta, se acordará que podían pesar dos o tres kilos", incide Rieradevall, "hoy los hay de 30 gramos y además han integrado cámaras y otras herramientas".
Las propuestas artísticas del proyecto 'Econciencia' tratan justamente de llamar la atención sobre la relevancia para el medio ambiente del momento en el que los diseñadores comienzan a trazar en su mesa de trabajo las primeras líneas de lo que después encontraremos en una tienda.
El ecodiseño busca la optimización de cada producto ya antes de su fabricación, tanto en lo que se refiere a su consumo de energía o agua, como a los impactos que pueda producir a lo largo de todo su ciclo de vida. "El móvil es un ejemplo de ecodiseño; si alguien tenía un móvil en los años ochenta, se acordará que podían pesar dos o tres kilos", incide Rieradevall, "hoy los hay de 30 gramos y además han integrado cámaras y otras herramientas".
Las propuestas artísticas del proyecto 'Econciencia' tratan justamente de llamar la atención sobre la relevancia para el medio ambiente del momento en el que los diseñadores comienzan a trazar en su mesa de trabajo las primeras líneas de lo que después encontraremos en una tienda.
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