sábado, 31 de enero de 2009

el libro ya se lee en la red


Si eres de esos que frunce el ceño cuando escuchan hablar de libros electrónicos, ahora tienes un argumento menos para defender a capa y espada la lectura en papel. Se acabó eso de que los mejores libros no están en este formato: Carmen Balcells, la principal agente de literatura hispanoamericana, ha firmado un acuerdo para distribuir algunas de las obras de sus autores en este soporte dentro del proyecto 'Palabras mayores'. Es la primera 'grande', pero no será la única.

2009 será el año de los e-book, eso es algo en lo que coinciden los que saben del tema. "Las principales editoriales están preparando el lanzamiento de sus libros electrónicos a lo largo de este ejercicio.Carmen Balcells ha sido la pionera, pero era algo que tarde o temprano iba a pasar en el 

mercado español", explica Javier Celaya, socio

 fundador deDosdoce.com y vicepresidente de laAsociación de Revistas Digitales de Es

paña (ARDE). Lo cierto es que, por ahora, al libro electrónico le está costando hacerse un hueco en nuestro país: los soportes son caros, se venden en muy pocas tiendas y, hasta el momento, el catálogo de libros en castellano es muy reducido.

Por eso la decisión de Balcells es tan relevante. La agente catalana cuenta co

n los derechos de los escritores en castellano más importantes: Cortázar, García Márquez, Cela, Vargas Llosa, etc... El acuerdo al que ha llegado con la distribuidora online Leer-e incluye la publicación a través de su web de más de 100 títulos que irán apareciendo en la web de la empresa navarra a lo largo del próximo mes. "El plan es que, para finales de año, haya unos 250 ó 300 títulos, y seguir ampliando, aunque eso no es un proyecto tan inmediato, sino a medio plazo", cuenta Ignacio Latasa, director  de leer . e.

Por el momento, esta alianza ya permite conseguir ejemplares de 'Sin noticias de Gurb', de Eduardo Mendoza; 'Últimas tardes con Teresa', de Juan Marsé, o 'Vivir para contarla', de García Márquez, entre otros, por 4,99 euros, y ha levantado mucho revuelo. "Sólo llevamos dos días, pero hemos notado que tenemos muchas más visitas", asegura Latasa. "Aunque estamos preparados; llevamos 3 años preparándonos para algo así", dice.

Vendrán días mejores

El panorama pinta mejor que bien para amantes y profesionales del libro digital, algo que, paradójicamente, se debe a la crisis. "Para no correr riesgos, muchas editoriales se

 están viendo obligadas a tomar decisiones que hubieran evitado en tiempos de bonanza. El formato electrónico es una de ellas, pero permite ahorrar costes por los gastos de papel, tinta, distribución, etc. El 'boom' que se esperaba para 2010 se va a adelantar un año", explica, Javier Celaya.

El escepticismo que hasta ahora ha reinado entre los editores empieza a dispersarse al ver que puede ser un negocio rentable. "Este acuerdo es el resultado de un año y medio de trabajo. Presentamos un plan con una oferta sensata de negocio, como si fuera una negociación con cualquier editorial tradicional", cuenta Ignacio Latasa.La rentabilidad de los libros electrónicos también es un argumento para que los autores den el visto bueno a este modo de distribución de sus obras, como explica Celaya. "Si los autores reciben alrededor del 8% de lo que se vende con los libros tradicionales, en el caso de los e-book ese porcentaje oscila entre el 20% y el 30%. Así todos ganan, porque si no, habría autores que se negarían a comercializar sus libros en este formato".

Aunque también hay escritores que encuentran otra satisfacción en el formato electrónico. Alberto Vázquez Figueroa es firme defensor de ampliar los canales de distribución para llegar a más lectores. "Leer en pantalla suple muchas carencias del papel y tus libros pueden llegar a personas que no los leerían porque están en lugares donde no se comercializan o porque no pagarían lo que vale un libro de papel. Otro ejemplo: hay personas mayores que no leen ciertos libros por el tamaño de la letra, pero todo eso se puede elegir con el formato electrónico", explica el escritor canario.

Lorenzo Silva también lo valora como algo positivo: "Para el autor es un riesgo, porque puede perder ciertos ingresos, pero también una oportunidad de difusión y de redefinición del negocio editorial para no ser tan dependiente del soporte papel como lo es ahora. Vale más, probablemente, recaudar un euro a través de diez lectores que se descargan el pdf , que recaudarlo a través del comprador de un libro que se gasta 10 euros. El dinero es el mismo, pero la repercusión y el valor de la marca personal del escritor, mucho mayor en el segundo caso", opina.

¿Y qué hace falta para que los lectores se lancen a comprarlos? "La clave es que bajen los precios, porque ahora cuestan entre 300 y 400 euros de media, y se empezará a generalizar cuando ronde los 100 euros, algo que esperamos pase pronto", según Celaya.

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